3 de mayo de 2012


Hermanos Paz y Bien
Ya estamos en primavera, se huele el azahar todavía por algunos rincones de nuestro pueblo.
Y esto es la antesala de mayo, que según un viejo refrán, después de  abril lluvioso (aunque solo en Semana Santa) llega mayo florido y hermoso.
Y con flores podemos obsequiar a todas nuestras titulares, mayo es el mes de María, y como a ella nos dirigimos tanto en los momentos de dolor como en los de felicidad, tenemos todo el mes para demostrarle nuestro agradecimiento.
Debemos dar las gracias, hermanos, porque a veces recurrimos a la Madre de Dios para que interceda por nosotros ante su hijo.
Y no debemos de olvidar a nuestras madres de la tierra, que siempre las tenemos preparadas para lo que nos haga falta y con solo un beso o una visita le pagamos los esfuerzos de toda una vida a nuestro servicio.




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