Llego el Miércoles
Santo y llego la hora esperada por todos, la de la salida.
La junta de
gobierno se debate entre salir o no.
Tras reunión
en cabildo de aguas se decide salir pero acortando el recorrido.
Pero el
Señor lo quiso así. Una corta pero intensa lluvia nos acompaño en las calles Ana
de Santiago y Belén para después dejar lucirse a nuestros costaleros con la
entrada al templo de los pasos portando a nuestros titulares.
El Señor de
la Salud y su Madre María Santísima de la Concepción sabían que esa noche
estaban muchos de sus hijos en la calle, mojándose, sin un techo donde
cobijarse y ellos los quisieron acompañar.
El Señor y
su Santa Madre nos dieron ejemplo para que sepamos valorar el techo que nos
cobija, la mesa que nos espera al llegar, la ropa seca para cambiarnos cuando
nos mojamos.
¿Cuántas personas
no tienen nada de eso?
Reflexionemos:
¿por que el Señor nos ha mandado estos días de agua?
Quizás quería
que viviéramos la Semana Santa de otra manera. De más oración y recogimiento.
Pero pronto
llegara otro año y con él nuevos anhelos, esperanzas, ilusiones.
Y otro Miércoles
Santo para procesionar al Señor de la Salud y a María Santísima de la Concepción.
Aun no hemos
recogido los enseres y ya estamos pensando en el año que viene. Eso son
ESPERANZAS
FELIZ PASCUA
DE RESURRECCION
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