María Santísima de la Concepción, en su quinto día de novena, nos muestra el dolor que una madre puede llegar a sentir viendo sufrir a su hijo.
A ella,como a muchas madres, se lo arrebataron cuando tenía la vida por delante.
¿Quién mejor que Ella para dar consuelo?
Pongamos a nuestros hijos bajo su protección.
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